¡Por ello no me preocupo más!
En el libro de Tehilim (Salmos) 3:5 David dice: “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque el Eterno me sustentaba”.
Cuando tenemos esa confianza y seguridad (Bitajón) en el Eterno entonces, nuestra vida puede estar llena de paz y tranquilidad, pues tenemos la seguridad que Él y solo Él quien está sustentando y protegiendo nuestras vidas aun en medio de la guerra y es así justamente como podemos ver hoy al pueblo de Israel, confiado y seguro porque el Eterno es su único sustento.
En días pasados estuve compartiendo la experiencia que me cambió la vida, porque tuve la maravillosa oportunidad de poder trabajar la tierra que mana leche y miel. Como saben a partir de los atentados de 07/10 que detonaron la actual guerra en Israel, la mayoría de los campos se quedaron sin trabajadores, ya que éstos, eran en su mayoría tailandeses que huyeron de inmediato a su país y algunos otros eran palestinos que por obvias razones ya no siguieron trabajando, sin embargo, las cosechas se deben de recoger para evitar perderlas, es por ello que los diferentes agricultores se han apoyado con voluntariado tanto interno (civiles israelíes) como del extranjero, que son delegaciones que llegan al país para poder apoyar en diversas áreas. Y ahí fue donde estuve participando cosechando algunos días aguacate y otro naranja. Un trabajo aparentemente sencillo cuando la cosecha es a un nivel adecuado para la colecta y el clima es agradable, pero este trabajo requiere esfuerzo, cuidado del fruto y rapidez para que la contribución sea buena; a veces nada sencillo cuando hubo que hacerlo bajo la lluvia y el campo se empieza a llenar de agua y la movilidad ya no es tan sencilla, aquí el agricultor nos decía que paráramos pero nuestra mentalidad fue “venimos a ayudar y eso haremos” y aunque con mayor esfuerzo lo hicimos felices; también puede cosechar naranjas, ésta cosecha no era tan sencilla, las ramas tienen espinas y quitarlas del árbol no era tan sencillo, teníamos que subir en escalera para retirar el fruto de las copas más altas; ese día fue un día caluroso, así que tuvimos oportunidad de probar y disfrutar de la cosecha que fue una delicia. Valoramos mucho el trabajo que se realiza en el campo, ese trabajo que pasa de manera inadvertida para cada uno de nosotros cuando estamos disfrutando de una deliciosa naranja o un jugo.
Y muchos otros detalles que sería muy largo poder contarlo, pero les quiero compartir lo más emblemático que guardo en mi corazón: voluntarios que con el alma aportamos todo nuestro esfuerzo para poder ayudar; agricultores que se iluminan sus ojos al ver a los voluntarios que vienen desde otro país a “simplemente” ayudarles; voluntarios dispuestos a aprender y a trabajar en medio de las condiciones climáticas (lluvia y calor); agricultores no solo agradecidos sino atentos a cuidar de cada uno de nosotros con amor ofreciendo agua, café, galletas, fruta, etcétera y sobre todo el gran regalo de poder bendecir con mis propias manos en la nación de mi alma: Israel, ese fue el mayor privilegio.
Al final del libro de Tehilim (Salmos) 3 David afirma: “La salvación es del Eterno; sobre tu pueblo sea tu bendición” y esa es mi declaración de confianza cada día.
Te invito a no declinar y permanecer unidos en tefilá (oración) en Operación EJAD (uno), por la paz de Yerushalaim (Jerusalén) dentro de sus muros y en cada frontera de Israel.
Shalom u´brajot
Paz y bendiciones desde la tierra de la Biblia
Am Yisrael jai / עם ישראל חי ! / ¡El pueblo de Israel vive!