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Desde lo más profundo

Clamo a Tí...


Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra.  Salmo 71:20 NTV


En hebreo la palabra tefilá / תפלה la cual se traduce como oración, rezo o plegaria, la podemos entender más ampliamente en el sentido al que realmente es referido, y es justamente “comunión”, comunión con nuestro Padre Celestial, porque en dicha plegaria es donde tenemos esa intimidad con el Eterno.


Revisemos nuestro proceder en nuestra oración, cuando clamamos desde lo más profundo, es decir, cuando nos sentimos en la profundidad a causa de la enfermedad, de las transgresiones, de la tristeza, etcétera. Veamos cuantas veces hemos clamado desde lo más profundo y Dios nos escucha, sin duda alguna, ya que nuestra intención de apego a Dios es genuina; por ello debemos aprender de ello y en cada oración hecha a nuestro Creador poner justamente esa intención de añoranza de apego al Creador, y esto no debería ser únicamente en esos momentos de desesperación y profundidad, sino deberemos hacerlo siempre, con esa intención de anhelar nuestro apego a Dios y derramando todo nuestro corazón ante Él.


Y para lograrlo tengamos presente lo que nos dice el rey David:


Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, Al igual que el cuerpo se sacia de las grasas, así mi alma se sacia de las alabanzas. Salmo 63:5

Igual que la comida es sustento para el cuerpo, y así como nos saciamos y deleitamos de la grosura de la carne, así justamente la plegaria (tefilá) es para el alma, por ello es importante encontrar nuestro deleite en ella.


Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y Él oirá mi voz. Salmo 55:17 

Cuando suprimimos las comidas por trabajo o alguna otra actividad que no nos ha permitido comer incluso nos ponemos irascibles ¿te ha pasado?, puesto que el alimento físico es necesario para la manutención de nuestro cuerpo; de igual manera debemos buscar el alimento del alma, porque igual es necesario para nuestra vitalidad espiritual.

Así como no nos cansamos de comer, tampoco debemos de cansarnos de permanecer en comunión con el Eterno a través de nuestras plegarias.

Orar tres veces al día, así como comemos, ¡es el sustento del alma!


Te invito a recordar lo importante que es nuestra comunión con nuestro Creador y ponerlo en el lugar prioritario que le corresponde, porque recuerda que de ello depende nuestra vida.


Juntos en tefilá (oración) unidos, sin desmayar con emuná (fe) y bitajón (confianza) como hemos aprendido, permanezcamos en Operación EJAD, sosteniendo las manos de la nación de Israel en oración y ruego: por los soldados, por los líderes, por los que aún permanecen secuestrados, por las familias enlutadas, por los palestinos y el pueblo de Israel, por la paz de Yerushalaim (Jerusalén).


Shalom u´brajot 

Paz y bendiciones desde la tierra de la Biblia

Am Yisrael jai / עם ישראל חי ! / ¡El pueblo de Israel vive!

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