¿AMALEC EN MI VIDA?

¡Identifícalo! La revisión constante de seguridad.

En el artículo anterior conocimos el arquetipo de Amalec desde su origen en el libro de Éxodo 17, también logramos identificarlo en el conflicto actual en Israel, ahora, es el turno para cada uno de nosotros.

Iniciemos, tomemos un tiempo y demos paso a la introspección delante de Dios y respondamos desde el corazón con sinceridad y con una consciencia elevada:

• ¿Como está mi relación con Dios, en apego o desapego?

• ¿Dónde está mi confianza: en mi pacto (“brit”) con Dios o en mis habilidades?

• ¿En qué áreas de mi vida no incluyo a Dios?

• ¿En qué área de mi vida he dudado que Dios está conmigo?

• En todo lo que veo a mi alrededor ¿veo división o unidad?

Pero cuando hablamos de apego ¿a qué nos referimos? en Deuteronomio 30:16 y 20, nos es ordenado: “amar al Eterno nuestro Dios, ir en sus caminos, cuidar sus preceptos... para oír su voz y apegarse a Él”. Justamente aquí, vemos que la finalidad de amar a Dios e ir en sus caminos aguardando sus preceptos, son los medios para lograr apegarnos al Rey de reyes, entonces, volvamos a la primer pregunta: ¿Estoy en apego con Dios amándole y guardando sus preceptos?.

¿Y qué tal andamos con nuestra confianza en nuestro Creador?

En la Biblia encontramos infinidad de citas que nos hablan de la confianza, pero te invito a que leamos Jeremías 17:7, el versículo abre bendiciendo al hombre que confía en Él y deposita su confianza en Él; ahora entendamos con mayor profundidad esta parte que pareciera redundante, “bendito aquel que confía en el Eterno”, es decir, que espera en Él “y será el Eterno su confianza”, es decir, que recibo lo que he esperado. Esto no nos habla de que Dios hará lo que queremos humanamente, sino que confiamos cuando esperamos en Su voluntad y recibimos cuando depositamos nuestra confianza en el Dios que gobierna el mundo, sabiendo que es un Dios lleno de amor y dádiva, y el resultado será lo que dice Jeremías 17:8 “Será como un árbol plantado...” ¡y éste es el pacto: ser como ese árbol!, por lo consiguiente ¿realmente somos esos árboles que describe la Escritura? Si esto no es así, entonces, ¿en dónde está nuestra confianza?.

Ahora te invito a revisar cada área en nuestra vida y veamos si somos capaces de identificar a Dios en cada una de ellas: matrimonio, hijos, padres, amigos, trabajo, negocios, etcétera; cuando Proverbios 3:6 nos dice: “Reconócelo en todos tus caminos”, está hablando de identificar a quien ya conocemos, porque es imposible reconocer a quien no; siendo así, cuando revisamos cada área de nuestra vida ¿es sencillo reconocer a Dios? o ¿en algunas áreas no le encontramos? Hagamos una pausa y revisemos con detalle para no desproteger áreas que se vuelvan vulnerables al ataque enemigo, como consecuencia de la ausencia de Dios.

Hablemos de la duda, la cual es generada por falta de conocimiento y no me refiero al intelectual, sino al conocimiento del que nos habla Proverbios 23:4, que es un conocimiento que nos permite conectar en intimidad con nuestro Creador. Por ello, cuando tenemos claro lo que nos dice el Salmo 90:2: “Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios” y reafirmamos en nuestra mente y corazón que “No hay nada fuera de Él”, como lo dice Deuteronomio 4:35 e Isaias 45:5, entonces, no daremos cabida a la duda en ninguna de sus formas.

Y por último, revisemos ¿con qué lentes vemos a nuestro alrededor?, con ojos de unidad o división, con base en lo que nos dice Malaquias 2:10: “¿No tenemos todos un mismo padre?... ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?”, debemos siempre ver con los lentes de unidad, procurándola y deseándola en todo tiempo, pues no somos llamados a dividir sino a unificar.

Una vez que hayamos contestado sinceramente, sabremos si estamos siendo tierra fértil para un ataque de amalec o somos tierra fértil para afianzar nuestra fe y apego a nuestro Creador.

Oro poque cada día nos esforcemos en apegarnos a Dios como lo dice el Salmo 31:24, y reconocerle en todos nuestros caminos y servirle siendo luz en este mundo.

Shalom u´brajot

Paz y bendiciones desde la tierra de la Biblia